15/03/2023
Disfrutar de una taza de té es una tradición milenaria y de gran riqueza cultural. Su producción se realiza en todo el mundo, desde Japón hasta la India, pero la única variedad que se ha adaptado con éxito al suelo peruano es la especie de origen chino ‘Camellia sinensis’, siendo una de las principales producciones de Inkaterra. Pero, ¿Cuál de todas nuestras propiedades se dedica a ello?
Ubicado en el Bosque de nubes, se encuentra Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel, una propiedad de exquisita belleza natural que cuenta con una hectárea de plantación de té orgánico y libre de químicos. Todo el té que servimos a nuestros viajeros ofrecido como bebida de bienvenida o a la hora del té es procesado artesanalmente dentro del hotel de la siguiente manera:
Cosechamos y recolectamos las hojas por alrededor de un día cuando los nuevos brotes comienzan a crecer. La edad de las hojas nuevas (que debe de estar entre los 25 y los 30 días) y el número de hojas extraídas de cada rama son factores determinantes en la calidad del té que se produce. Luego, comenzamos el proceso de marchitamiento para suavizarlas y convertirlas en láminas más flexibles listas para enrollarse. La acción de enrollar no solo forma las hojas de té en tiras, sino que también hace que se liberen los aceites esenciales y la savia del interior de la hoja, lo que mejora aún más el sabor del té.
Una vez enrolladas, colocamos las hojas en recipientes de cerámica y las mantenemos en un ambiente húmedo a una temperatura constante de 22 grados centígrados durante un periodo de 12 horas. Las hojas empezarán a secarse con el objetivo de detener el proceso de fermentación en el momento deseado. Hay que tener en cuenta que un proceso de secado suelto produce un té con alto contenido en agua y corre el riesgo de contraer moho, mientras que un proceso de secado fuerte o largo elimina el aroma del té y desarrolla gran cantidad de insolubilidad en la hoja.
Al completarse la etapa del secado, realizamos la selección final de las hojas las cuales pasan por tamices de diferentes tamaños. Después, las clasificamos según su apariencia y tamaño. Con sólo realizar unos simples cambios en el método de procesamiento, pero manteniendo la misma planta, se puede llegar a crear varios tipos diferentes de té, como: té negro, verde, blanco, rojo o azul. En Inkaterra, utilizamos nuestras hojas para producir té negro y verde.
Todo este proceso puede ser experimentado por nuestros huéspedes, quienes durante su estadía en Inkaterra Machu Picchu Pueblo Hotel están invitados a visitar la Casa del Té y participar en la producción y elaboración de las bolsitas de té para terminar disfrutándolo en su versión caliente, frío o en coctel. Pero si de disfrute se trata, no hay mejor manera que hacerlo con un tratamiento de hojas de té en el Unu Spa, sin duda una experiencia totalmente ancestral.
Para todos aquellos que quieran disfrutar de un poco de té, pueden adquirir nuestro producto en las tiendas de los hoteles.