Celebrando este 29 de junio la fiesta de San Pedro y San Pablo, patrones de los pescadores, Inkaterra Asociación reafirma su compromiso con la restauración y conservación del Mar Tropical Peruano, una de las zonas de vida más diversas de nuestro planeta.
Hace once años, en 2012, Inkaterra Asociación presentó al Ministerio del Ambiente una propuesta técnica para el establecimiento de una Reserva Marina de 600,000 has. de océano, frente a la legendaria caleta de Cabo Blanco, al norte del Perú. Una propuesta que contó con el apoyo de la Universidad de Miami, el departamento marino de National Geographic; la International Game Fish Asociation (IGFA); la Universidad de Alicante (España); y los gremios de pescadores artesanales desde Puerto Pizarro (Tumbes) hasta Lobitos (Piura). Hasta la fecha las autoridades no han aprobado esta propuesta, y el mar sigue siendo depredado por la pesca ilegal y otras malas prácticas.
Inkaterra Asociación viene trabajando desde el 2021 con el Gremio de Pescadores artesanales de Cabo Blanco y Agromar en una innovadora estrategia de conservación marina a través del cultivo sostenible de conchas perleras. Con ello, ha logrado una concesión de más de 100 hectáreas para el desarrollo de proyectos de acuicultura. Igualmente, estudiamos la biodiversidad marina mediante proyectos de investigación, y promovemos las buenas prácticas en pesca artesanal y pesca deportiva.
Una tradición única y milenaria, la pesca artesanal de Cabo Blanco fue declarada Patrimonio Cultural del Perú en el 2018, un esfuerzo liderado por Inkaterra Asociación. Su conservación es esencial para el manejo sostenible de los recursos marinos en el Pacífico Tropical del Norte Peruano.
Celebramos este día señalando la importancia de desarrollar alianzas estratégicas entre la comunidad científica, la empresa privada, las autoridades y la población local para preservar la extraordinaria la riqueza natural de nuestro mar.
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